miércoles, 10 de diciembre de 2008

Mi confrontación con la docencia

Estuve leyendo el texto “La aventura de ser maestro” y he notado como se menciona en el texto, que hay muchos profesores que pasan en cada clase con una buena dosis de ansiedad debido a múltiples factores: desde la no preparación de clases, la improvisación de clases, la pérdida de control del grupo, aparentar se conocedor de los temas, la falta de una estrategia para el desarrollo de la clase, y otros factores más, aunque no fue mi caso personalmente. Por mi parte he aprendido a trabajar con alegría, al convertir cada clase en una oportunidad de provocar que los jóvenes descubran el conocimiento, para que impacten con la importancia que puede tener en su vida cotidiana y además como se menciona que se vuelva “un reto intelectual”, o como dice Unamuno: “Era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”. Cualquiera podría estar de acuerdo en eso, pero la dificulta esta como hacerlo con los estudiantes, hablando tanto de conocimiento del área social y los del área tecnológica.
Además de como administrar los conocimientos para que éste llegue a los alumnos, tenemos que interesarlos de tal manera que de ellos surja la necesidad de saber más, esta forma de educar la he aprendido con el paso del tiempo. De la misma manera de he dado a la tarea de darle sentido a lo que les explico y me he dado cuenta que resulta divertido ver como de manera inocente se sorprenden al descubrir el conocimiento que siempre lo han tenido al alcance, pero no lo han logrado descubrir por ellos mismos.
Por otro lado como lo menciona el documento se nos repite la importancia de la motivación y cada uno de nosotros ha tenido que ir descubriendo algún método para motivarlos, pero no perdamos de vista que a una velocidad tan lenta nunca se podrá alcanzar la meta, debido principalmente a las necesidades van en aumento y las expectativas no solo van en aumento sino que se han multiplicado haciendo la brecha más grande.
Además solo algunos profesores (que es mi caso) se han dado cuenta que tenemos que tener un actitud de servicio para los alumnos, es decir tener un sentido de humildad. Para darnos cuenta que alcanzaremos el estado de “maestro” cuando podamos no solo contestar una pregunta sino transmitir la ciencia y la cultura. Pero darnos cuenta que lo que necesitamos es volvernos expertos comunicólogos. Y el primer paso para alcanzarlos es mejorar y depurar nuestro estilo docente, no implica como se menciona perder autoridad, perder el control del grupo, sino en relajar la clase para que entonces el conocimiento fluya de manera natural en el aula.
El otro punto importante como se menciona es la identidad profesional contra la identidad del profesor ideal, como muchos comenzamos pusimos énfasis en transmitir el conocimiento puro y se dejo de lado como hacerlo es decir como hacer que el alumno quiera ese conocimiento y sea él quien lo busque. Había que reconocer que el profesor es solo un puente de enlace para que el conocimiento y el interés por la ciencia sea apropiada (que sea capaz de tenerla) por cada uno de los alumnos. Esto quiere decir que el profesor debe dejar de ser el protagonista principal de la historia para convertirse en un intermediario para allegar el conocimiento, esto implica para algunos profesores (sobre todo aquellos que no han comprendido el nuevo rol de profesor) perder el orgullo de ser profesor, perder el control de la clase, dejar de ser el que todo lo sabe.
Todos tendrían que estar de acuerdo con lo que dice el texto, sin embargo creo que algunos profesores podrían debatir estos hechos y argumentar en contra. Es decir que tendríamos que cambiar todos, no es suficiente el cambio de solo una parte de los profesores.
Aunque insisto no es suficiente tener la ganas de hacerlo, si no se acompaña de una buena preparación, una buena capacitación hecha por profesionales, y disponer en todo momento de las estrategias para llegar a los resultados deseados, y la parte que no puede dejarse de lado contar con los recursos didácticos y tecnológicos que faciliten el aprendizaje, no es suficiente con darse cuenta de las limitaciones personales y de recursos en general. Sino disponer de estas para que estén al servicio del alumno. Es decir las autoridades tienen que invertir en la educación.

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